A veces no sé que coño me pasa.
A veces las cosas se van de madre, a veces quiero que mi vida sea como antes y no tener que luchar constantemente por mantener unidas todas mis partes, que no caigan al suelo destruyéndose de una vez por todas.
Pero... ¿ de verdad quiero eso ? ¿ de verdad quiero no hacerme ni caso? ¿ ver la vida pasar sin molestarme a pensar que la vida me ocurre y que no me doy ni cuenta ?
Pues NO. No quiero volver a pensar que lo bueno ya llegará, pero que llegará sin que yo haga nada, pues no, tampoco quiero seguir viviendo con este dolor dentro que me quiere terminar de destruir, pero, te propongo una pregunta, ¿es mejor vivir anestesiado pero relajado o tener que luchar cada día para aguantar, pero sintiendo cada segundo?
Yo elijo la opción de SENTIR.
A lo mejor me arriesgo a sentir mucho dolor, pero cuando de repente te llega un momento de alegría, comodidad, felicidad al fin y al cabo, cuando eso llega da igual lo demás, porque es un sentimiento tan intenso que aunque dure tan solo un instante se te queda grabado a fuego en el alma para siempre.